A jornada completa con contrato indefinido: Raquel Bullón Acebes.
Poeta de pensamiento, palabra, obra y omisión. Licenciada en Psicología y diplomada en Educación social. Tengo treintaicinco solsticios de verano y treintaicuatro solsticios de invierno, y pierdo - pero sobre todo gano - mi tiempo más libre entre la poesía discursiva y la poesía visual.
Descubrí esta última en el año 2001, cuando sólo tenía dieciocho años, y lo hice a través de los antipoemas de Nicanor Parra de los que quedé enamorada en una exposición. Amor a primera vista de los que marcan para toda la vida. A Nicanor Parra le siguieron la fotografía de Chema Madoz y, por supuesto, los poemas y objetos de Joan Brossa, configurándose así la única Santísima Trinidad en la que creo.
He coeditado la versión digital del díptico “Dos poemas y un café”. He participado en exposiciones colectivas de arte y poesía experimental como “El III Certamen de Arte Ambulante”, “Postales desde el limbo” y “EX!POESÍA”, y en proyectos de la misma temática como “Do it yourself lll: Videpoesía”, “Palabras de ida y vuelta” (LA lSLA revista objeto) y el calendario para la revista Masdearte. He publicado en revistas ensambladas como “Grisú”, “Paraíso” y "La jirafa en Llamas", en publicaciones literarias como el fanzine “Magnífico”, el pasquín “Poisson soluble” y el díptico “Dos poemas y un café”.
Publiqué mi primer libro en el 2010, “Entre Cartones” (Editorial ¡tú! enCUÉNTrAME), fusión de literatura hiperbreve y poesía visual. Le llamo cachorro por pequeño e indefenso, porque necesita salir a pasear tres veces al día, que le acaricien y le den puntualmente su pienso luego existo. Un año después di a luz al segundo, “Cuando aprendí braille para leer tus cicatrices” (Editorial ¡tú! enCUÉNTrAME), en un parto indoloro y terriblemente bello. Poesía en una cajetilla de tabaco para fumarse a horas y a deshoras. Hace unos otoños me autopubliqué el pequeño libro objeto “Poetree” que pretende devolverle a los árboles lo que es suyo.